El patrón del miedo: tres histerias colectivas y contando

En días como el de ayer, que se han vuelto tradición desde el 2009, prefiero alejarme de Twitter. En momentos así, lamento con particularidad profundidad que las ciencias sociales y humanidades no se le den bien al país, incluyendo a gobernantes, actuales y anteriores.

Recapituleishon:

Octubre 2009: Un día, un marero entró a un cibercafé y difundió una amenaza por correo electrónico. Asumo. Y ocurrió el tal «lunes negro» (el evento saliente debe tener nombre de farándula: el 5J, el Narcobarril); como diría Simeón, fue mucho mugido y pocas reses. Con Víctor retomamos este tema y hablamos de la dinámica del rumor.

Junio 2010: pandilleros quemaron un microbús, con sus pasajeros adentro. El espanto por tal crueldad me dio ganas de vomitar, pero mi lado mal pensado me dejó con algunas dudas técnicas. Por el lado de la vox populi, había mucho qué decir para contrarrestar una serie de argumentos que en lugar de contribuir a solucionar el problema, lo enredaban más. No me canso de decirlo, apreciable persona que lee estas líneas: infórmese bien de la historia, de los proceso sociales, de los puntos de vista de todos los sectores, y, ante todo, no deshumanice a absolutamente nadie. Muy justo puede parecerle deshumanizar a quien causa tanto daño, pero eso también lo convierte a usted en lo mismo que dice repudiar.

Septiembre 2010: este es el panorama:

Los titulares de la prensa hablan por si mismos, se especula que a raiz de la aprobacion de la llamada “Ley antimaras” y el golpe que se dió al narco-crimen con el decomiso de los barriles repletos de dinero, en una serie de acciones que pretenden aterrorizar a la población salvadoreña y golpear a las autoridades, las maras y el crimen organizado han lanzado una serie de hechos violentos y amenazas a la seguridad del transporte público y la integridad de los ciudadanos, asi como ataques aislados a las fuerzas de seguridad nacional.

¡Ahuevo, varón! Mejor que se maten entre ellos y de paso, así desaparece la pobreza. Además, los tiempos del Mayor eran tiempos de bonanza: «en las noches salíamos a sacar a mucha gente de las casas: profesores, estudiantes, mujeres de los mercados, hombres, de todo. Todo el que estuviera en una lista que nos daban, lo íbamos a traer y a muchos los matamos adentro de [las instalaciones de] la policía, allí mismo los enterramos«.

Detesto las futiles comparaciones con la guerra por razones que no vienen al caso, pero entiendo que estas acciones delictivas son un disparador al mejor estilo del trastorno de estrés postraumático colectivo. Y algo sí vale la pena retomar de esto: al menos entonces se sabía de quién venía el pencazo (aunque eso no siempre nos libraba de confusión…ahí está que el Ejército quiso hacer creer que fue la guerrilla quienes asesinaron a los jesuitas de la UCA).

En Ocurrente Irreverente: «¿Qué ganan?»:

No es mi intención decirle que no existe la probabilidad (por mínima que fuera) de que esta información sea verídica, pero ¿se acuerda que en octubre del año pasado dijeron exactamente lo mismo? Si lo recuerda, después de que todo mundo corrió despavorido invocando hasta al abuelo Tláloc, no pasó nada.
Mi tendencia a la desconfianza e incredulidad extrema me lleva a pensar que esta no es sino otra broma de pésimo gusto que a algún imbécil sinoficio se le ocurrió regar por doquier, y que todo mundo se ha dado a la tarea de esparcir aprovechando en particular el carácter viral de los medios sociales, a tal grado que ya nadie se cuestiona la credibilidad de la fuente de dónde provino la información.
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Aquí una no termina de atinar si son pandillas o pseudopandillas, o un híbrido, o ninguna de las anteriores. O grupos de fachada, ve, chis. Sólo se sabe que «puede ser cierto o no», y ya tenemos el antecedente de lo que puede pasar (digamos, quemar un bus y sus pasajeros), pero las más de las veces pasa como guerra psicológica: «reforzar y acelerar las acciones indirectas mediante agentes secretos: rumores, movimientos, etc., que alimentan la ‘guerra de nervios’; confundir a la opinión pública con olas de noticias verdaderas o falsas: este proceso puede ser expresado en los conceptos ‘quiebre’, ‘desintegración‘». Y una quisiera no creer, y decir que no hay que dejarse intimidar. Pero con el historial que traemos, cuesta.

Diálogo sobre violencia:

Poner seguridad en la colonia en la que se vive, alambrar las casas, incluso electrificarlas, descansar en ranchos privados o en Centros Comerciales caros, exclusivos y con abundante seguridad, prescindir del transporte público y optar por el vehículo privado, son algunas de las estrategias contra la violencia.

Aminoran los riesgos individuales, pero nos desentienden de la solución del problema y nos convierten en personas de escasa solidaridad social. Y a menos solidaridad, se multiplica la tendencia al menor desarrollo social y a la mayor diferencia social y exclusión. Y se agrava el problema de la violencia.

Por eso, ante esa violencia que trata de acallar toda posibilidad de respuesta humanizante a los problemas sociales y personales, es imprescindible optar por el diálogo.

Y pues sí, ¿quién va a querer dialogar? Por la noche, el canal 21 presentaba las declaraciones de los pandilleros, de la 18 y de la MS. Fue bastante bizarro, y a ratos dudaba de que fueran realmente de las pandillas, más que de repente salen unos con demandas como si fueran un movimiento social X. En fin. Luego resultó que algunas personas se molestaron porque a los pandilleros les habían dado la oportunidad de salir en televisión, después de toda la zozobra y angustia que habían causado. Es darles más poder, es darles fama.

¿Podría alguien darme clases para expresarme mejor? En mi cabeza me sonaba a que yo hablaba de prácticas periodísticas, pero él leyó que yo dije que los pobrecitos mareros beneficiaban al país (quizás al disminuir la polución por los buses). TÍTULO ALTERNO: De cómo los estados afectivos alterados apendejan a la gente y les evitan que codifiquen correctamente los argumentos.

Y quienes han puesto el gran rótulo que dice: «¡GOBIERNO DEL FMLN, INCAPACES!», deben estar así como súper contentos de que la gente está repitiendo su slogan. Y, a lo mejor son incapaces por mérito propio, no porque traen una épica estela de gobiernos desastrosos. Pero vuelvo a la idea de las ciencias sociales: creo que poca gente aquí ha, al menos, hojeado la documentación que comenzó a producirse al finalizar la guerra y que no ha parado hasta la fecha (e.g. visite el IUDOP). Las investigaciones apuntaban a lo que debía hacerse en el ámbito psicosocial; a los gobiernos de turno les valió chonga, a las grandes mayorías mucho más. La advertencia de que, de no tomar acciones, el país empeoraría es una constante en estos escritos. Este infiernito en el que vivo me espanta a diario, pero su mera existencia no me sorprende en lo más mínimo.

9 comentarios sobre “El patrón del miedo: tres histerias colectivas y contando

  1. El pánico colectivo es una gran cosa y es algo que estas «acciones» como las de ayer han logrado de maravilla.
    Hoy decía el Ministro de la Defensa que «estos grupos quieren meterle miedo a la población». Disculpe Sr Ministro, YA le metieron miedo a la población. Ejemplo de ello es que ayer, la antes pacífica Santa Ana, estaba prácticamente desierta a las 6 de la tarde. No buses, no carros, no gente afuera. El miedo existe en la gente y eso es grave, ya sabemos lo que el pánico puede crear y obrar en la psiquis humana.

    Dicen que han desplegado 2,000 efectivos militares. El problema es que la gente no los ve. El mero hecho de verlos podría ayudar a mejorar la «sensación» de seguridad.

    Me dio risa una señora que opinó en la radio, bastante molesta y angustiada: «He recorrido desde Antiguo hasta la residencia presidencial y no he visto ni un solo policía»… ¿Creerá la señora que ahi es donde se necesitan?

    Quizá lo crítico en este tipo de situaciones no es lo que los delincuentes sean capaces de hacer, sino lo que la gente crea que son capaces de.

  2. Es increíble el pánico generado por un mensaje sin fuente confiable, ahí se ve que el pueblo ha sido moldeado por políticos (innecesario mencionar nombres) a su antojo para que pueda ser manipulado fácilmente, en ningún momento niego la terrible situación de violencia que se vive en nuestro país pero es inconcebible que estos mal nacidos hayan adquirido tal grado de poder porque así se ha demostrado con el temor infundido que se ha observado en estos últimos días.

    Con respecto a los pseudo mareros que salieron en cierto medio de comunicación me parece risible ya que se pudo notar que no eran miembros de ese tipo de grupos, primero por su forma de hablar, además de los términos que ellos empleaban parecía más como que si era un grupo de algún movimiento X. Entonces vamos a los medios de comunicación que podría ser que no supieran quienes eran estos tipos o se prestaron a este tipo de juego, porque duele decirlo pero en el país la mayoría de medios de comunicación son manipulados al antojo de gente de poder económico y/o político y entristece ver que la mayoría de personas creen todo lo que oyen o ven por TV.

    Si bien no se ve algo palpable y efectivo que esté realizando el gobierno actual, la oposición política está OBLIGADA a proponer soluciones en conjunto por lo menos deberían tener el compromiso moral que están en cargos públicos o poder para ayudar a nuestro país. Pero lo que se ve es más de la misma campaña sucia de acusar a otros y no tomar responsabilidades por el bien común del país.

    El pueblo debe alzar voces! ya es tiempo… si nunca decimos nada pareciera que estamos conformes, reclamemos nuestros derechos y cumplamos con nuestros deberes para vivir en un clima de armonía social.

  3. Me gustó mucho el cierre de tu nota: Este infiernito en el que vivo me espanta a diario, pero su mera existencia no me sorprende en lo más mínimo.

    No deja de sorprenderme como las masas le dan y le dan a un tema basado en rumores y especulaciones, pero ignoran y lanzan al cesto de las mil cosas que les valen un pepino, datos y reportes sustentados con investigaciones serias (como el caso de los estudios que mencionas de IUDOP).

  4. Definitivamente el miedo regula nuestra sociedad, generando psicosis…. me molesta oservar como muchas veces nos prestamos a su jueguito sucio donde calibran el poder que tienen sobre la población ¬¬

  5. Increíble como el miedo puede sacar esos sentimientos tan viscerales. Ayer revisando el FB no pude soportar ver tantas opiniones escritas con el hígado… :S. A veces siento que pedir calma ydiálogo en estos tiempos locos es como pedirle a un hambriento que se como el pollo con cuchillo y tenedor, está «feyo» el asunto, pq muchos quieren ver la guillotina caer.

    No se si ya había visto este video: http://www.youtube.com/watch?v=MVA4OhRMcvc&feature=player_embedded se lo comparto…

  6. Es que es la mera verdad, un tipo en saco con voz en acento neutro puede hacer maravillas y un par de mensajes y temor comunal ayudan a que el mas cruel chiste se haga una barbarie. Puchica, si segun un tipo que llamo a la radio en la UES entrenan y preparan armadas de pandilleros en una especie de mini guerrillas insurgentes. Era tan LOL-able.

    Es triste, la voluntad y fuerza de la Nación está atrapada en una llave de cuello. Y ahora, como no hay disciplina, no hay conciencia y no hay voluntad. Muy como sucede con la comida rapida de tu «cajita fried meal pack», todo lo quieren ya. Siempre he sentido que el estilo de vida acelerada jode y embauca a muchos. entre esos, la impulsividad intolerante se convierte en una especie de «Postura valiente».

    Ahurvo, en un reinado de inseguros e impacientes. Osea, mamones.

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