La feliz coincidencia del «yo pasando iba» aquel lunes que abandonaron a una cachorrita en la calle.

El lunes, crucé la calle para llegar a la parada de buses. Paralelamente, a muchos metros, una cachorrita de un par de meses también cruzaba la calle mientras un carro avanzaba hacia ella a gran velocidad. Retrocediendo una hora, la había visto desde mi ventana, siguiendo a los niños que llegaban a un kínder que está a la par del condominio donde vivo. Volviendo al presente, la perrita, por suerte, esquivó el carro y llegó al otro lado. Igual que yo.

Tengo la impresión de que llevaba una hora siguiendo a toda y a cualquier persona que se encontrara. Y después de cruzar la calle, por seguir a un señor, venía en mi dirección. Instintivamente me agaché, y ella al verme corrió hacia mí. La tomé en brazos y no dejaba de mover la cola (ella, no yo, pero si yo hubiera tenido, creo que también lo hubiera hecho). Me senté en el banco de la parada de buses con ella en el regazo, preguntándome infructuosamente qué ondas aquí. La perrita olía a que la habían bañado hace poco. Recordé un libro que leí varias veces cuando era niña, Titus: un niño llevaba a su perrito en el carro pero el perrito mojó el asiento. El padre se encolerizó, le quitó el cachorro al niño y lo dejó abandonado a un lado de la carretera en medio de la nada. Me pregunté cuál sería la historia de esta que tenía en mis brazos.

No iba a dejarla en la calle. Alguien más podría recogerla, sí; alguien responsable, o alguien que pensara en ella como un juguete, un adorno o un arma («para que cuide», y que pasa encadenada todo el día, y maltratarla para volverla agresiva)…o peor, como una máquina de hacer cachorros para vender. O podría ser que nadie la recogiera y pasara a ser una perra callejera más. Nel. Me la llevé al departamento.

Vivo en un cuarto piso, con dos gatos. Con frecuencia tenía que limpiar sus desechos y lidiar con las manchas húmedas en la alfombra, pero no por eso lamenté haberla traido. De repente me encontraba a mí misma regañándola y explicándole que tenía que avisarme para bajarla al jardín, o que al menos hiciera en un rincón que le había acondicionado (sí aprendió a hacer del 2 en el cuartito de la lavadora). Necio antropocentrismo el mío, el perro no habla igual que yo. Hay otras formas de comunicarnos y encontrarlas lleva tiempo. Además de eso, recordaba los 10 mandamientos del perro…que creo que deberían llamarse los 10 mandamientos para dueños de perro: hay uno que dice, «dame tiempo para entender lo que quieres de mí».

Eventualidades fisiológicas aparte, ella se ganó mi corazón. Como cualquier cachorro, es muy cariñosa y juguetona. Los gatos la trollearon un poco pero aprendieron a tolerarse y a rifarse el barrio sin lastimarse.

Gracias a ella, pasé más tiempo al aire libre. Salía a los jardines del condominio, a sentarme por horas bajo el sol a estudiar con un café con leche en la mano, mientras ella jugaba, saltaba, y se daba vueltas por la grama. O caminábamos y corríamos. Cuando se cansaba, anidaba entre mis piernas cruzadas y se quedaba viendo desde lejos y desde su lugar seguro la caótica avenida donde casi la atropellaron días atrás.

Usando collar de gato.
El jueves entramos antes de tiempo, cuando los carabineros cerraron el paso en la avenida. En la foto, carabineros regresan a sus camiones blindados después de la tradicional protesta de cada jueves en la universidad, que a veces involucra quema de llantas y bombas lacrimógenas.
Cúspide de la felicidad perruna (posiblemente de la humana y no nos hemos dado cuenta): jugar en un espacio abierto bajo el sol, con el estómago lleno y con una persona que te quiere.
KTHNXBYE
Si no es por ella, creo que nunca hubiera notado toda la flora que hay en los alrededores del condominio.

Fue una semana muy feliz para mí por su compañía. Pero ya no está conmigo. La llevé ayer al veterinario para esterilizarla (¿por qué esterilizar?la importancia de esterilizar,) y se queda ahí hasta ahí el jueves, mientras yo estoy fuera de la ciudad. El jueves voy por ella pero para entregarla a su nuevo hogar. Pasé toda la semana buscándole una familia, hasta que dí con una. Sé lo suficiente sobre perros para ser una dueña responsable, y también sé lo suficiente para ser consciente de que en este punto de mi vida no puedo ofrecerle todo lo que necesita, no consistentemente, sobre todo en términos de espacio y tiempo.  Encontré una persona que sí podrá. .

Gracias por venir hacia mí, Sammy, y que tengás una buena vida, como todo perro debería tenerla.

8 comentarios sobre “La feliz coincidencia del «yo pasando iba» aquel lunes que abandonaron a una cachorrita en la calle.

  1. No se si ya lo conoces, imagino que si, el libro de Desmond Morris, «Observe a su perro» da una visión muy interesante, antropológicamente hablando, de los perros y los humanos desde que la historia se comenzó a escribir.
    Morris también es el autor de «El mono desnudo».

    Saludos y abrazos suegrita.

  2. No sé por qué me dio como un friíto en el corazón con eso de esterilizar.
    No he leído el link, lo confieso, pero me imagino a un animalito con sus cachorritos y pues, quizá no comprenda mucho.

    Qué bueno que le hallaste familia.

    Si tenés otro perro, ponele Fakin,,,allá en «El Cuaderno de Maya» sabrás por qué.

    1. Mientras no veás el enorme sufrimiento detrás de la reproducción sin control y de los malos tratos de la gente hacia las mascotas, no vas a terminar de comprender, Clau. Leé algunos de los links en un rato que podás. Esta perrita tal vez estuvo en esa imagen tan linda de una perrita criando a sus cachorros (asumiendo que su mamá no es de las que son forzadas a reproducirse constantemente para vender a sus crías), pero ya ves que siendo tan pequeña fue abandonada en la calle y casi muere atropellada. Y ese es un destino benevolente, para todo lo que le pudo haber pasado. Hay demasiados perros viviendo cosas similares o muchos peores, por la ignorancia u hostilidad de la gente hacia los animales. Eso es lo que da frío en el corazón.

      ‎»Ruego por el privilegio de no nacer. De no nacer hasta que me puedan asegurar un hogar y un amo que me proteja, y el derecho de vivir mientras esté físicamente bien como para disfrutar de la vida. De no nacer hasta que mi cuerpo sea apreciado y lo dejen de explotar porque es barato y somos muchos» – Anónimo.

      En Estados Unidos, estas mascotas y otras miles van a ser eutanasiadas hoy, algunas en cámaras de gas: https://apps.facebook.com/petpardons/list.aspx?type=2. Están saludables, pero hay sobrepoblación, dicen, y tienen que hacer espacio porque la gente sigue echando a sus animales a la calle y por otro lado sigue comprando perritos de criaderos. Esterilizar es la forma de no contribuir a la sobrepoblación y al maltrato animal.

      Tengo «el cuaderno de Maya» en mi lista de libros a conseguir, por recomendación tuya 🙂

  3. Gran, gran historia. Y tú, gran, gran persona. Te felicito. Haces del mundo un mejor lugar con acciones como ésta. Felicitaciones otra vez, y deseamos para Sammy una larga y feliz vida 🙂

  4. ¿¿Y si mejor se encontraba casa para los gatos y para la perrita se quedaba con «su cuartito de la lavadora».??!!

    Bueno.. Me gustaron las fotos que le tomaste. No sé, tenes buen ojito para eso de fotografiar. Todavía recuerdo fotos de la «Rana»… ¿asi se llamaba, verdad?

  5. Me has entibiado el corazón esta mañana tan fría… recordé a Atila, cachorro que llegó a mi vida vía Roberto Barillas.

    Tenes razón, la vida es mas linda con alguien que te quiera

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