Feliz navidá.

Es la primera vez en mi vida que no pasaré estas fiestas con mi familia. Si Santa Claus de verdad anduviera surcando los cielos, podría pedirle jalón cuando pase por aquí a medianoche, y así estaría con mi familia a la medianoche de las dos regiones geográficas en las que se encuentra repartida. Pero ante esa imposibilidad, me quedan las interacciones con ellos en tiempo real, y amenizar mi propia morada con una mezcla de colores navideños, nostalgia y sensación de novedad por esta nueva experiencia de soledad tan adulto-contemporánea.

Marla Teodora y Macareno terminan de decorar su primer arbolito de navidad.
Mis papás me mandaron un nacimiento ❤ Y como un reflejo de la coyuntura, esta instalación se titula «somos los que estamos».
La expresión de Macareno explica por qué al final decidí dejar el nacimiento en su mínima expresión.
Siempre compro de estos sobrecitos para perros callejeros. Me da cosita esta etiqueta porque ninguno de estos perros tiene nombre (pero bueno, aunque tuvieran, no saben leer). Tangencialmente, «Viejito» se refiere a «Viejito Pascuero», como llaman aquí a Santa Claus. En ese sentido, Don Francisco me preparó para vivir en esta sociedad.

Decía, el primer arbolito de navidad de los gatos. Para el arbolito, puede que sea su primera y última navidad.
Quité la mesa del arbolito para que las caídas fueran menos estrepitosas.

A pesar de estar tan lejos de todo aquello que hasta entonces ha definido estas fiestas para mí, aquí también tengo una pequeña familia y encima cola de mono. Lo esencial no faltará.

¡Feliz navidad! De parte de este blog, Psicoloquio y Simeonístico, donde le espera un saludo navideño más tradicional.

También de parte de Macareno y Marla Teodora: ¡Feliz navi…! No, a ellos no les importa mucho.

5 comentarios sobre “Feliz navidá.

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